miércoles, 29 de junio de 2011

Días de...

Despertase y un día más.
Así se sienten millones de personas cuando comienzan su particular batalla con la rutina que viene marcada por una fecha nueva e irrepetible en el calendario. Una oportunidad quizás única para hacer lo que pensaste ayer y que se te presenta como una posibilidad sin retorno hoy.

Todo ello va acompañado de nuestras propias circunstancias y sentimientos lo que hace que tengamos días productivos, días tristes, días sin sentido o un sinfín de posibles adjetivos que engloben tan sólo 24 horas.

Acostarse tan sólo un día con la sensación de no haber hecho nada que te llene es lo mismo que tirar tu vida a un pozo sin fondo, aunque, si esas noches de reflexión están contadas, quizás no haya por qué alarmarse. Aun así, vivir en ese estado debe hacer que uno se replantee cómo está utilizando cada uno de sus minutos, esos que suman horas, que al final se cuentan en días y que conforman nuestra existencia aquí.

Ve a un lugar que te apetezca visitar o volver a ver, estudia para aprobar ese parcial, habla con aquella persona si tanto lo necesitas, corre media hora después de trabajar, pero procura, sobre todo, que cada noche puedas dormir sin esa sensación de no haber hecho nada.

Quizás un periodo de tiempo determinado con ese sentimiento interno sea la vuelta de tuerca perfecta para volver a retomar el ritmo sin más y continuar con todo, pero si tomas ese estado como forma de vida, ¿de verdad piensas que tienes tantos días como para tomarte el privilegio de desperdiciarlos todos?

jueves, 16 de junio de 2011

Las palabras exactas

He aprobado. Lo siento. Es niña. Te quiero. Por favor. ¿Cuánto es? No puedo. Tengo trabajo. Mañana mejor. Otra vez. Yo quiero. No llores. Es verdad. Tengo hambre. Pasó así. Mi amor. Dímelo ya. No vayas. Más rápido. ¿Estudiamos luego? Es mío. ¿Salimos después? Me equivoqué.

Era broma. Para septiembre. No mientas. Lo sabía. ¿Duermes conmigo? Hablamos luego. En invierno. Otro día. Sí, quiero. Estás morena. Es cáncer. Te odio. ¿Me acompañas? Esta ahí. Para ya. He quedado. Está hecho. Una mierda. Estás borracha.

Se acabó. No sabía. Me robaron. Ha muerto. Estoy enamorado. Es pronto. Al Caribe. Muy dulce. No, gracias. Lo intento. Menos guasa. Un bicho. Devuélvemelo ya. Nunca más. Ésa es. Mejor amigos. Huele raro. Queda bien. Vamos ya.

Lo entiendo. De noche. Para mamá. Estoy cansada. Necesitas ayuda. No temas. Me caso. Es frágil. Son gemelos. Feliz cumpleaños. Es música. Me encanta. Ha vuelto. Está fuera. Qué bonito. Mejor largo. Con tacones. Bacardi Naranja. Cien veces. Una más. Sin palabras.

Y para ti, ¿cuáles son las palabras exactas que necesitas escuchar o decir en este preciso instante?

jueves, 9 de junio de 2011

Amor caduco

Hoy he sacado de mis adentros todo lo que tenía, he hurgado entre mis vísceras para ver de qué material estaba hecho eso que llamábamos amor y he probado con mi propia lengua que aquello tenía un sabor agrio, que la fecha de caducidad se nos olvidó mirarla y que los restos putrefactos que albergaba entre mi pecho y mi espalda eran el motivo de mi sufrimiento.

Es por ello que te declaro perdida esta guerra entre mi mente y mi corazón y desquito cada una de las medallas que te coloqué por el módico precio de un te quiero a cambio. De mi saco tu olor que tantas noches impregnó mis sábanas y recojo cada uno de tus recuerdos para almacenarlos en el cajón de nunca jamás. De mi cuerpo borro cada caricia con la que me elevaste a los cielos para dejar marcada esta piel que tantas veces tocaste.

Lo que ayer fueron suspiros entrecortados hoy los transformo en silencios sinsentido, lo que antes me hacía vibrar, ahora no conmueve ni lo más profundo de mi ser. Elimino de cada poro de mi piel cualquier rastro que pueda quedar de ti y deshago sin ningún tipo de complejidad todos y cada uno de los nudos estomacales que provocaste en el pasado.

La puerta por la que se accedía a nuestro pasado conjunto ha sido cerrada con llave y lanzada al fondo del mar, las promesas que juramos no romper nunca, han desaparecido sin dejar rastro y mi corazón me ha pedido cerrar por vacaciones.

Ya no te daré más besos dulces que te suban la glucosa, ni noches prohibidas que aceleren tu ritmo cardiaco. Ya no serás tú el testigo de mis logros y mis fracasos, y no serán tus manos las que me hagan estremecer.

No recuerdo, ni tengo constancia del instante en el que decidimos que esto no era un para siempre. No sabría concretar en qué momento y lugar se quedaron nuestras ganas e ilusiones, pero deben andar por ahí, en busca de un alma nueva que les haga revivir y un cuerpo con el que volverse a identificar.

Y es que, a decir verdad, ya no hacía falta que lo hablásemos, porque sabíamos que no nos escuchábamos, ya no era necesario que mirásemos hacia el futuro con los mismos ojos porque comprendimos que no veíamos lo mismo, ya no teníamos que fingir que nos queríamos, porque hacía bastante tiempo que de eso ya nos habíamos olvidado.

miércoles, 8 de junio de 2011

Superación personal

La vida de Óscar Lisbona, un canterano del Unicaja de baloncesto, dio un giro el 29 de junio de 2003, cuando sufrió un grave accidente de tráfico que le dejó 33 días en coma y un año en silla de ruedas...


Para seguir leyendo este reportaje que he escrito entra en esta dirección:
http://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2011/06/07/oscar-lisbona-vida-lucha-superacion/428051.html


Un saludo!

jueves, 2 de junio de 2011

Lectura positiva

Abro el periódico y lo de siempre, sucesos de todas clases y colores, alguna muerte por violencia machista y el político de turno hablando de no se qué. Mejor será que lo cierre y espere a ver si llega el fin de semana y algún reportaje me alegra la semana, hombre.

La televisión es más de lo mismo, lo único que con un valor añadido, el de la imagen y la radio no es que vaya por otro camino en cuanto a las noticias se refiere. Aun así, y teniendo en cuenta la sensación de que sólo ocurren cosas negativas a nuestro alrededor, lo que verdaderamente nos importa a veces no sale reflejado en ningún medio de comunicación.

Algunos quieren saber si aprobarán todas sus asignaturas y podrán estudiar para Selectividad, otros en cambio, necesitan averiguar cuál es el turno que tienen mañana y millones de otros tantos desean ponerle día y mes al momento en el que volverán a trabajar.

También existen otro tipo de noticias que no aparecen en ningún medio de comunicación, esas que murmuran en la calle, entre el gentío, y que se hacen eco a través del boca a boca.

Se tratan de ese tipo de cosas que a uno cuando llega a casa tras la jornada completa del día le dan que pensar como puede ser el enterarte de que a la mujer de un compañero le ha dado un ictus y le quedan días de vida, que tuvo un accidente sin más y falleció en el acto o que por fin se ha podido quedar embarazada pero hay que quitárselo de urgencia porque viene con serios problemas.

Es por eso que todo tiene un doble sentido y debemos aprender a leer y a escuchar que donde hay un suceso, un hecho de alguien cercano o algún acontecimiento que impacte, tenemos la oportunidad de seguir luchando por lo que queremos y disfrutar del momento ya que algunas cosas sorprenden sin más a primera hora de la mañana en un breve de ocho líneas o en una página completa a cinco columnas. Yo por eso, disfruto del reportaje de turno del fin de semana y, con suerte, espero el siguiente.