domingo, 1 de abril de 2012

Lección de un blog

Hace tiempo que mi blog me reclama una nueva entrada o al menos unas líneas con las que sumar un post y ponerse al día con la fecha del calendario. Hace tiempo que sucede y yo no he sabido responderle. No ha sido por falta de ideas o ganas, solo intentaba buscar un camino definido por donde guiarle, una temática en la que centrarle para que sus espacios se apreciasen de la misma tonalidad.

No ha sido así. Empecé hace casi un año y creí que definiría en poco tiempo qué abordar, qué plasmar en un documento en blanco para después enviarlo al ciber espacio. Pensaba que sería sencillo, hay personas que lo saben desde el primer día y otras en cambio nunca sabrán contestar con una respuesta concisa, sino que se dejan llevar, sin más.

Es por ello que hoy te digo que no tienes un rumbo fijo, querido blog, porque no hay necesidad de marcar una “x” en una casilla y condenarnos de por vida. Creo que estarás más vivo sin presiones, ni obligaciones, pienso que será mas auténtico decir lo que quiero y no lo que desean escuchar.

Prometo ser fiel a todo lo expuesto e intentaré ser mas constante y considerada, porque sé que lo que no se alimenta, al final muere y como hay millones de formas de procurar que esto no sea así, tendremos más encuentros nocturnos o inesperados en comparación con los que últimamente hemos consumado.

Intentar dar sentido a cada una de las cosas, personas o situaciones que te rodea, te hace ser incapaz de disfrutar el momento y dejar que transcurra. Creyendo que no eras nada -por no tener un nombre más concreto- te he construido este último año de mi vida y es ahora cuando veo que no me hace falta tener definidas e identificadas con etiquetas cada una de las entradas escritas, que no es vital que todo esté amarrado porque esa es la esencia de algunas cosas.

Gracias blog por esta maravillosa lección.

2 comentarios: